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Cesky Krumlov


Fecha del viaje: Agosto de 2021

Esta visita forma parte de un viaje más amplio, el cual empezó con un vuelo a Munich. Allí alquilamos un coche y fuimos hacia el Este buscando la frontera de la República Checa. En total hay unas tres horas de viaje hasta nuestro destino, durante las cuales paramos a comer y descansar en el bonito pueblo alemán de Landshut. A Cesky Krumlov llegamos sobre las 5 de la tarde.

Cesky Krumlov es, en mi opinión, la ciudad más bonita de toda la República Checa (con permiso de Praga). De hecho, se la llama "La pequeña Praga". Por algo fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1992. El casco histórico, apretujado en el interior de un meandro del rio Moldava, está perfectamente conservado, y paseando por sus callejuelas uno se siente transportado en el tiempo muchos siglos atrás.

Nosotros fuimos desde Alemania, pero es también una buena opción para hacer una escapada desde Praga, ya que está a solo 180 km al Sur. Desde luego, lo que yo no haría, es hacer la típica excursión que organizan desde Praga que en el día te llevan a Cesky, estás unas horas, y vuelves a Praga. Para poder decir que has estado en Cesky, hay que dormir allí, la auténtica magia de esta pequeña ciudad anclada en el pasado, se vive y se siente durmiendo allí.

Recomendaciones importantes

  • Nosotros estuvimos sólo una noche, era lo que disponíamos. Sin duda, es mucho mejor estar dos noches, o más si quieres explorar tranquilamente la bonita región de Bohemia
  • Hay unos alojamientos increíblemente bonitos en esta ciudad, ya que todo el casco urbano son edificios históricos. Si te quieres dar un capricho, sin duda el mejor hotel es el Ruze, situado en un palacio. Puedes ver su web aquí.
  • Los mejores miradores de la ciudad son, sin duda, el situado en lo alto de la torre del castillo; y también hay muy buenas vistas desde el situado en la calle Horni. También tiene muy buenas vistas el situado al otro lado de la puerta de Budejovice.

Nosotros nos alojamos en una especie de apartamento muy chulo y amplio (al ser cuatro, necesitábamos dos habitaciones) en la pensión Pod Radnicí, situada en un edificio histórico al lado de la plaza mayor. Podéis ver el link en booking aquí. Reservamos la suite de dos dormitorios, y en Agosto de 2021 pagamos 104 euros en total por una noche (para cuatro personas)

Aquí podéis ver un plano de Cesky, con la situacion de la pensión y del parking donde dejamos el coche.

Día 1

Nada más llegar, fuimos al parking de pago de la ciudad. No se puede aparcar en el interior del casco histórico. El parking está justo al lado, en una zona verde atravesada por un riachuelo, que ya indica que aquí está todo muy cuidado. Una vez dejas el coche en el aparcamiento, apenas tienes que pasar bajo una especie de puente-acueducto monumental, que forma parte del palacio, y ya estás en pleno centro.

En estas fotos se puede ver el puente bajo el que hay que pasar, y justo después, cruzar por el puente de madera el rio Moldava que rodea la ciudad. Como se puede ver, estaba lloviznando ligeramente cuando llegamos. Una vez cruzado el puente, ya estás en la almendra central de Cesky. Callejeamos un poco hasta encontrar nuestro apartamento, en uno de los edificios históricos que llenan ese meandro que forma el rio.

Al entrar en el apartamento, era tal y como lo había imaginado: antiguo, maravilloso. Daba la impresión de que si abrías un armario, podría salir un fantasma de un antiguo propietario de hace 300 años, me encanta esa sensación. Dejamos las maletas, y salimos a recorrer las empedradas calles de Cesky Krumlov, que con la tenue llovizna que había caido, habían adquirido un color especial, más otoñal.

En estas fotos de abajo, paseando por la plaza mayor, y en el puente de madera que habíamos cruzado antes para entrar en la ciudad desde el parking. Al fondo, el castillo de Cesky, construído en el siglo XIII y sin duda lo más representativo de la ciudad. Es el segundo castillo de mayor tamaño de la República Checa, después del de Praga.

Seguimos paseando por la ciudad, y finalmente nos sentamos a cenar en una terraza junto al Moldava, un fantástico sitio. Después, continuamos el paseo, acercándonos a un mirador con unas vistas increíbles en la calle Horni, cerca de la parte más estrecha de la lengua de tierra creada por el rio. Nos propusimos que al día siguiente, volver a ese mirador sería lo primero que haríamos nada más desayunar. Ya de vuelta al alojamiento, pasamos por la plaza, que estaba vacía y bellísima con su iluminación nocturna.

Día 2

Dicho y hecho, después de desayunar, atravesamos la plaza y subimos por la calle Horni hasta el mirador de la noche anterior. Las vistas son maravillosas, lo cual nos hace desear aún más subir a la torre del castillo, donde indudablemente serán aún mejores. Estuvimos allí un rato disfrutando del espectáculo antes de emprender camino hacia el castillo.

Algunas fotos del paseo por el centro histórico, camino del castillo

El castillo está en la orilla contraria, así que desde la plaza mayor vamos rectos hasta el rio, donde un puente bastante pintoresco lo cruza, dando comienzo a la calle Latrán, la más antigua de la ciudad, ya que lleva directamente al castillo. Esta calle está llena de tiendecitas maravillosas en las que dan ganas de meterse en todas. Fuimos subiendo en ligero desnivel hasta llegar al desvio al castillo, a la izquierda, pero antes de hacer esa visita decidimos seguir la calle hasta el final, ya que era un paseo realmente agradable.

De esta manera llegamos hasta la única puerta medieval que se conserva de la antigua muralla, la puerta de Budejovice. Si salís por esa puerta, veréis que la ciudad medieval se acaba, y que hacia vuestra izquierda hay unas vistas soberbias del castillo, junto a un parque muy bien cuidado. Bajo estas líneas podéis ver a la derecha la calle Latrán con la puerta de Budejovice al fondo, y a la izquierda las vistas que tenéis si salís por dicha puerta.

Desde este mirador volvimos sobre nuestros pasos, hasta llegar al castillo. Ahora sí, había llegado el momento de esta visita tan esperada. Y lo primero que hicimos, como no, fue subir a la torre. Inés subió la primera como una campeona. Las vistas desde arriba, como puede verse en las fotos de abajo, son increíbles, fascinantes. A nuestros pies se puede ver el puente por el que habíamos cruzado antes el Moldava, que por un lado lleva a la plaza del ayuntamiento, y por el otro da comienzo a la calle Latrán. Después de la torre seguimos visitando los diferentes miradores que hay a lo largo del castillo.

En la foto de la derecha que está sobre estas líneas, se puede ver en la parte inferior derecha la terraza en la que cenamos la noche anterior, situada justo junto al rio, en la que cenamos estupendamente.

Una vez visto el castillo, seguimos paseando por la ciudad, redescubriendo cada rincón, mientras buscábamos un sitio bonito donde comer.

Al final elegimos un sitio realmente chulo, un antiguo molino de agua restaurado y reconvertido en restaurante y alojamiento, el "Krumlovsky Mlyn". Es bonito por fuera, pero resulta aún más bonito por dentro. Además comimos muy bien y a buen precio, y resulta muy acogedor con sus gruesos muros y sus grandes mesas y bancos de madera maciza. Podéis consultar sus menús y ver fotos del lugar aquí.

Aquí podéis ver remarcado el restaurante, en una foto sacada desde la torre del castillo. Después de comer, fuimos al apartamento a recoger las maletas y ya a buscar el coche al parking. Antes de irnos, dimos un paseo por el parque que hay allí, que como comentaba al principio, está atravesado por un riachuelo. Resulta un sitio muy agradable para pasear. Y llegó el momento de dejar esta bellísima ciudad, demasiado pronto quizá, habría estado una noche más, o dos, sin dudar. Pero nos esperaba una ruta de varias horas hasta Salzburgo, donde continuariamos nuestro viaje diez días más recorriendo los Alpes austríacos.

Nuestra siguiente etapa en este viaje sería pasar cinco noches en Kuchl, un pueblecito cerca de Salzburgo, donde aprovechariamos esos días para conocer la ciudad de Salzburgo y toda su región, que tiene mucho que ver. Podéis ver los relatos de esta parte aquí.


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