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Iglesia de San Pedro de la Nave


Fecha del viaje: Abril de 2016

Esta visita forma parte de un viaje de dos días de duración a la ciudad de Zamora. El primer día, antes de llegar, nos desviamos un poco para visitar esta joya del arte visigodo en España. Para llegar hasta aquí, hay que dejar atrás Zamora y seguir por la carretera que va a Portugal hasta un desvío a la derecha hacia El Campillo a unos 12 km. donde ya viene señalizada la iglesia. Ese desvío nos llevará hasta la iglesia en 10 km más.

Recomendaciones importantes

  • Desviarse hasta aquí es una magnífica manera de completar un viaje a la ciudad de Zamora, que ya merece un viaje por sí sola.

Esta es una de las iglesias visigodas mejor conservadas de España, sino la que más. Como el resto de iglesias visigodas, debe su conservación a haber sido levantada en un entorno rural y apartado, que la permitió pasar inadvertida durante la invasión musulmana.

Llevó una vida oculta como simple parroquia de aldea, disimulada entre otras construcciones más modernas adosadas a sus muros, hasta que un hombre sabio, catedrático e historiador, de nombre Manuel Gómez Moreno, la descubrió en el año 1906. Al visitarla, enseguida se dio cuenta del valor de esta iglesia. Fue él quien la fechó como perteneciente al periodo visigodo, y la dio a conocer. De este modo, solo seis años después, en 1912, fue declarada monumento nacional.

No mucho tiempo después, se vio afectada por un grave problema que podría haber significado su destrucción, de no haber sido por el celo y voluntad de este hombre. La empresa Saltos del Duero iba a construir el embalse de Ricobayo, y sus aguas iban a sumergir esta iglesia irremediablemente, ya que estaba cerca de la orilla del rio Esla.

Gracias a haber sido declarada poco antes monumento nacional, el estado obligó a la empresa a trasladar la iglesia piedra a piedra a una nueva ubicación, donde está actualmente, en el municipio de El Campillo, cerca de su ubicación original. Esto se realizó entre los años 1930 y 1932.

Abajo podéis ver unas fotos que hicimos, en una zona totalmente exenta de otras construcciones, donde realmente luce en todo su esplendor.

Y aquí abajo, unas fotos del proceso de traslado piedra a piedra. Parece increible que algo así se pueda hacer, tiene que ser un trabajo increiblemente meticuloso para luego poder volver a montarla tal cual estaba, con cada piedra por pequeña que sea, puesta en su lugar.

La entrada al templo está muy bien acondicionada, como podéis ver en las dos fotos de abajo. La entrada es gratuita (cosa increible, tratándose de uno de los monumentos de la alta Edad Media mejor conservados de Europa) y para los horarios, podéis consultar la web de San Pedro de la Nave.

Enseguida pasamos al interior, que es donde realmente uno se da cuenta de por qué esta iglesia está considerada la mejor muestra de arte visigodo de España. Hay que decir que también es la más moderna de cuantas se conservan, ya que está fechada entre los años 680 y 711, muy poco antes de la invasión musulmana que acabó con el reino visigodo.

Abajo podéis ver fotos de la nave principal, con el altar al fondo, y de los detalles escultóricos de frisos y capiteles. En esta iglesia ese arte del tallado visigodo alcanza su máximo esplendor, con una calidad en los detalles que, sin llegar a alcanzar la perfección romana (ni de lejos) sí que mejora mucho lo que podemos ver en otras iglesias visigodas.

Y no solo eso, los sillares de piedra arenisca con los que se han hecho los muros y bóvedas, podéis ver en las fotos que están muy bien cortados y encajados, no cabe un pelo entre ellos. Eso sí que se parece ya mucho al grado de perfección que alcanzaron los romanos. Las partes de ladrillo que veis en las fotos, son añadidos de cuando se trasladó la iglesia, para suplir piezas originales que se perdieron con el paso de los siglos.

Abajo, otros detalles de las diferentes naves. En esta iglesia están presentes tanto los arcos de medio punto como el de herradura en la zona del ábside, donde está el altar.

Aquí podéis ver detalle de uno de los capiteles, esculpido con gran detalle, que muestra el sacrificio de Isaac por parte de su padre, Abraham. Parte del arco de esa foto faltaba ya en la construcción original (posiblemente un derrumbe hace muchos siglos) y se ha reconstruído en ladrillo.

En la otra foto, la nave principal, esta vez vista desde el ábside, donde se pueden ver en primer plano las fantásticas columnas de mármol (casi seguro de origen romano), así como los capiteles finamente labrados, y las dovelas de piedra que forman el arco triunfal de herradura, que tienen un nivel de perfección increible, para ser de origen visigodo.

Ese capitel lo podéis ver ampliado en la siguiente foto. El grado de perfección es tal, comparado con lo habitual en las técnicas visigodas, que hay teorías que dicen que estos capiteles se pusieron en una segunda etapa constructiva, ya en el siglo X, poco antes de la aparición del románico.

Una vez vista en detalle la iglesia, con la satisfacción de haber disfrutado cada detalle, hicimos una última foto, y abandonamos el lugar, poniendo rumbo a nuestro destino final, la monumental ciudad de Zamora.


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