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Acueducto de Segovia


Fecha del viaje: Diciembre de 2013

Hemos estado varias veces en Segovia, unas cuantas ya. Al fin y al cabo, la tenemos a una hora de casa en coche, y es sin duda una de las ciudades más monumentales y bellas de España. Es la típica ciudad por la que cualquiera que le guste viajar, no dudaría en coger un vuelo de varios miles de km para visitarla, y nosotros la tenemos al lado de casa, como quien dice.

Recomendaciones importantes

  • Aparcad en la zona donde comienza el acueducto, hay bastante sitio y es gratis (o lo era en 2013). Desde allí, en realidad solo tenéis un paseo muy agradable de unos 12 minutos hasta la plaza del Azoguejo.
  • Las mejores vistas del acueducto se tienen desde el otro extremo, en el mirador del Postigo del Consuelo, que está en la muralla.

En esta ocasión, nos centramos un poco más de lo habitual en el acueducto romano, que por lo general todo el mundo va a la plaza del Azoguejo, donde están las famosas arquerías que alcanzan 28 metros de altura en esa plaza, y ya está.

El acueducto es más que eso, y es lo que queríamos explorar. Además, también está el tema del aparcamiento. Por lo general mucha gente que viene a la ciudad, deja el coche en el parking de pago subterráneo que hay junto a la plaza del Azoguejo, para tener el casco histórico justo al lado. Bueno, Segovia no es una ciudad tan grande como para necesitar eso, sino nos importa caminar un poco por un entorno muy agradable.

Si vas directamente con el coche al comienzo del acueducto, en la calle de los Cañuelos cruce con la calle del Prado, allí se puede aparcar en la calle sin problema, y gratis. Desde allí, puedes dar un muy agradable paseo de diez o doce minutos, siguiendo el acueducto desde su comienzo, hasta la mencionada plaza del Azoguejo. Sin duda, es la mejor manera de descubrir este impresionante monumento.

Abajo a la izquierda, señalización del comienzo visitable del acueducto. A la derecha, foto en ese primer tramo del acueducto, en el que aún no hay arquerías, y el canal de agua va por encima de un murete de mampostería. Al fondo de esa foto estaría el comienzo del acueducto que se ve en la otra foto.

En las fotos de abajo, junto al desarenador (o decantador) de San Gabriel. Básicamente consiste en un pozo al que llega el agua. Aquí ese agua se remansa y los sólidos que lleva en suspensión (arena, lodos) por gravedad acaban depositándose en el fondo del pozo o piscina. Este pozo tiene una salida para que el agua continue su camino por el acueducto. Esa salida, lógicamente está un poco más baja que la entrada de agua.

En las siguientes fotos, al fondo se ve el desarenador. Tiene una base de sillares de piedra de claro origen romano, la parte superior es más nueva, posiblemente de la rehabilitación que se hizo en tiempos de los Reyes Católicos. En tiempos romanos posiblemente ya debía haber aquí un decantador que luego fue reconstruído.

Apenas unos metros más allá de ese edificio, como se ve en una de las fotos, ya empiezan los arcos que sustentan el canal de agua. Este decantador, estaba cerrado cuando fuimos nosotros, y de forma general, no puede visitarse por dentro. Alguna vez han hecho visitas guiadas en ocasiones especiales, pero ahora mismo (preguntado a la oficina de turismo de Segovia en Julio de 2025) no es posible visitarlo de ninguna manera.

Desde aquí, el paseo es muy agradable, siempre junto al "pequeño" acueducto que en ese tramo empieza a crecer lentamente, de la misma manera que lo hace la pendiente de la calle. Este tramo, tiene algunas partes en las que se puede ver un alto grado de reconstrucción (seguramente de la que se hizo en el siglo XV) ya que se puede ver la diferencia entre las piedras auténticamente romanas, muy desgastadas y redondeadas, con otras de líneas mucho más rectas, y colocadas sin la precisión y cuidado típicos de las técnicas romanas.

En los arcos de la foto de arriba a la derecha, se puede ver claramente lo que comentaba antes, como esas piedras, aun siendo también de puro granito, se diferencian claramente de las auténticamente romanas (como las de la foto de la izquierda).

Sobre esto, hay que recordar que el mayor daño que ha sufrido este acueducto desde que fue levantado por los romanos en el siglo II d.C, fue por el ataque de Al-Mamún de Toledo contra Segovia en el año 1072, en el que resultaron dañados 36 arcos (tiene en total 167 arcos), principalmente de este primer tramo.

Una vez que uno está allí para verlo, se da cuenta de que esa reconstrucción (el encargado de hacerla fue el prior del monasterio cercano de los Jerónimos del Parral) fue hecha con mucho respeto a la obra original, reutilizando todos los materiales originales que fue posible, y de manera que las nuevas piedras se integraran lo mejor posible en el conjunto de la obra.

Sobre este interesante tema, de qué partes del acueducto son originales de fábrica romana, y cuales proceden de restauraciones posteriores, os recomiendo este vídeo del gran divulgador sobre ingeniería romana Isaac Moreno hablando del acueducto de Segovia.

Abajo, Patri y Santi caminando despreocupadamente junto al acueducto. Al fondo se puede ver el quiebro que hace hacia la derecha, con un arco apuntado claramente reconstruído.

Y de esta manera llegamos a la zona donde el acueducto hace un giro brusco a la derecha, para encarar directamente la depresión del terreno que marca la plaza del Azoguejo, donde se sitúa la parte más monumental y espectacular del acueducto. Y es justo en este punto donde empieza la doble hilada de arcos que sostienen el canal.

Abajo, sujetando uno de los formidables arcos. En esta foto se puede ver que ese arco tiene una clara factura romana, con esas grandes dovelas desgastadas por los siglos, que aún conservan la marca (una pequeña hendidura) para las pinzas con las que elevaban y colocaban la piedra en su sitio. También se puede ver como bajo los pilares, hay unas piedras talladas con la forma de una cornisa, que faltan en el resto de la parte superior del arco. Esas piedras debieron ser saqueadas después de la caída del imperior romano, y no se llevaron más porque se les habría caído el acueducto encima.

Desde aquí la vista es soberbia, y es cuando uno entiende no solo que este acueducto (junto con el resto del casco histórico de Segovia) fuese declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, sino que realmente es el mejor conservado y más espectacular acueducto romano de todo el Mediterráneo (osea, del mundo entero).

Este es posiblemente el acueducto romano que más tiempo ha estado en funcionamiento, unos 1800 años. Y eso seguramente la convierte en una de las obras de ingeniería humana que más tiempo ha estado proporcionado un servicio.

Durante la Edad Media siguió funcionando, seguramente los daños causados por Al-Mamún en 1072 fueron una estretegia para dejar a la ciudad sin agua. A partir de la gran reconstrucción de los Reyes Católicos (que residían largas temporadas en el Alcázar, y les venía muy bien ese suministro de agua), con mayor caudal y calidad aún. En 1925, se puso una cañería de hierro sobre el canal de la arquería, para mejorar el suministro, y en teoría parece que estuvo llevando agua al Alcázar hasta el año 1973. Casi nada.

Seguimos nuestro paseo, siempre junto al acueducto, bajando hasta la parte más baja de la plaza, y subiendo hasta el lado contrario, desde donde las vistas son incluso mejores, tanto desde el lado soleado, como del sombreado.

Desde aquí, aún se puede tener una vista más espectacular todavía, si subimos por la escalinata que tenemos enfrente hasta el mirador que hay en la muralla (Postigo del Consuelo), junto a la parte superior de ese extremo del acueducto.

Desde ese mirador, además de unas vistas increíbles del acueducto, también hay una bonita vista de Segovia, con la sierra de Guadarrama al fondo, presidida por el pico Peñalara (foto de la izquierda).

Seguimos nuestro camino, dejando atrás ya el acueducto, para llegar hasta la catedral (abajo a la derecha). Desde el mirador anterior, junto al cual está el extremo del acueducto, ésta ya desaparece, yendo bajo tierra hasta su destino final, el Alcázar de Segovia, que también era nuestro destino.

En la ruta desde ese mirador hasta el Alcázar, se han instalado 24 plaquitas de bronce en el pavimento para ir siguiendo durante el paseo el camino subterráneo del acueducto. Están situadas en zonas como la plaza de la Reina Juana, calle Colón, plazuela de la Rubia, plaza Mayor, etc.

Antes de llegar al Alcázar, nos hicimos unas fotos graciosas en unos photocall que encontramos de camino. También nos metimos a comer en un restaurante, ya que se estaba haciendo la hora, y luego queríamos hacer la visita al interior del Alcázar.

De esta manera llegamos al espolón rocoso en el que se asienta el Alcázar, desde donde se tienen unas vistas espectaculares de la catedral y parte del casco histórico. Lo cierto es que esta ciudad es la ciudad de los miradores, hay un buen puñado de ellos desde donde tener vistas increíbles.

Y entramos a visitarlo. Segovia no solo tiene el mejor acueducto romano del mundo, y una catedral gótica de las más bonitas de España, además tiene el que está considerado como uno de los castillos más espectaculares de Europa, del que se dice que fue la inspiración de Walt Disney para crear el famoso castillo de Disneyland.

Aquí en este promontorio entre los rios Eresma y Clamores ha existido una fortaleza desde época romana (a la que llevaba agua el acueducto), después fue reutilizado por los musulmanes, y finalmente por los cristianos una vez reconquistada la ciudad. De hecho, fue la residencia real de los reyes de Castilla, y aquí fue proclamada reina Isabel la Católica en 1474. Los tejados puntiagudos de pizarra son de una reforma mandada hacer por Felipe II, de estilo flamenco.

Lo mejor de la visita son las vistas que se tienen desde allí, ya que incluso se puede subir a la torre del homenaje, mandada construir por Juan II (padre de Isabel) a principios del siglo XV (foto de abajo a la izquierda). Para más información sobre horarios, precios y demás, podéis entrar en la web oficial del Alcázar de Segovia.

Desde las almenas hay una buena vista de la iglesia de la Vera Cruz, a las afueras. Es románica del año 1208, y es única en España, por su planta dodecagonal (12 lados) exterior, y octogonal en su interior, imitando el Santo Sepulcro de Jerusalén (podéis ver aquí el artículo de nuestro viaje a Jerusalén).

En otro viaje posterior la visitamos, es también un buen sitio donde dejar el coche, visitar esta iglesia, y luego acercarse dando un paseo al casco histórico. Desde allí hay muy buenas vistas del Alcázar.

Abajo a la izquierda, una imagen más cercana de esta iglesia, donde se ve la amplia zona de aparcamiento donde se puede dejar el coche para visitarla, y luego ir al casco histórico de Segovia, pasando por el mirador del Alcázar que está allí mismo.

A la derecha, el extremo de la fortaleza, sobre la punta del promontorio rocoso, como si fuera la proa de un barco navegando los campos de Castilla.

Desde aquí hay una vista increíble del casco histórico de Segovia, con la catedral por encima de todo, y al fondo vigilante, el pico Peñalara, el más alto de Guadarrama.

Después de esta visita, nada mejor que ir a tomar un chocolate caliente (era Diciembre) a una de las cafeterías que hay en la plaza Mayor, junto a la catedral. Una forma perfecta de acabar esta jornada en Segovia. Realmente, esta ciudad tiene tanto para ver, que es imposible verlo todo en un solo día. Nosotros por que vivimos cerca y hemos venido unas cuantas veces a pasar el día, pero si vienes de fuera de Madrid, sin duda aconsejaría pasar al menos una noche aquí.


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