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Roda de Isábena y alrededores


Fecha del viaje: Octubre de 2024

Esta excursión forma parte de un viaje de cuatro días a esta zona del pre-Pirineo de Huesca en el que también visitamos Alquézar, y sobre todo las pasarelas de Montfalcó, que habíamos leido que eran espectaculares y eran el hito principal del viaje.

Recomendaciones importantes

  • El monasterio de Obarra, si queréis verlo por dentro, tenéis que llamar antes por tfn, por que suele estar cerrado.
  • En Roda de Isábena hay dos restaurantes que están muy bien. Nosotros comimos en el que está en la plaza de la catedral, y fue fantástico. Hay otro en el mismo claustro de la catedral que también tiene muy buena pinta. En ambos conviene reservar con antelación.
  • Entre el monasterio y Roda, merece la pena una breve parada en Serraduy, aunque solo sea por su fantástico puente románico sobre el rio Isábena.

Este viaje comenzó un viernes por la tarde, en el que hicimos el trayecto desde Villaviciosa de Odón hasta la casa rural que habíamos alquilado en la zona, cerca de Benabarre, en la pequeña aldea de Castigaleu. Por un lado, estaba a una distancia razonable de la ruta de las pasarelas de Montfalcó, y por el lado contrario, lo mismo hacia Roda de Isábena.

La casa se llama "El Puy", es de alquiler completo, y la verdad es que estaba genial. Está en mitad del campo, a las afueras del pueblo, con un amplio jardín. Se trata de una casa antigua rehabilitada con mucho gusto, como podéis ver en las fotos de abajo.

Al día siguiente, después de un buen desayuno en la casa, cogimos la llamada carretera de Vielha, que va directa al norte hacia el valle de Arán. Esta carretera es muy paisajística y agradable de conducir, con mucha vegetación.

Pasamos de largo Roda de Isábena, luego más tarde volveremos. Seguimos la carretera en total 37 km desde la casa, justo hasta llegar al comienzo de la subida al puerto de Bonansa. Allí veremos un pequeño aparcamiento a la derecha, señal de que hemos llegado a nuestro destino, el monasterio de Santa María de Obarra. No tendréis problemas para aparcar, es un sitio poco concurrido.

En el mismo aparcamiento, veremos una señal que nos indica el sendero que nos llevará al monasterio en cinco minutos. Es un camino corto, pero muy bonito y agradable de recorrer, junto al rio. Al final del camino, cruzaremos el rio por un bonito puente de piedra (que tuvo que ser reconstruido tras una gran riada en 1963).

Como se puede ver en las fotos de abajo, son dos iglesias en realidad. La mayor, de Santa María, y una más pequeña, de San Pedro. Las iglesias actuales son de los siglos XI o XII, aunque está documentado que ya había una comunidad religiosa aquí en el año 874. Seguramente fue destruída en el saqueo al que Abd-al Malik sometió a esta región en 1006.

Desde luego, la zona está bien escogida, en medio de un prado verde y boscoso, bajo la montaña. Este lugar fue declarado monumento nacional en 1931. Lamentablemente, estaba cerrado. Para visitarlo hay que concertar visita llamando a un teléfono que podéis consultar en la web del monasterio de Obarra.

Y desde aquí, emprendimos camino hacia Roda de Isábena, pero haciendo una parada intermedia en el pequeño pueblo de Serraduy, a sólo 10 km de distancia. La única forma de aparcar es en la misma carretera, pero unos 300 o 400 metros antes de llegar al pueblo (viniendo desde el norte), que es donde hay más sitio.

El pueblo es pequeño, realmente poco más que lo que se ve desde la carretera, pero la verdad es que con el puente románico sobre el rio Isábena, resulta muy pintoresco. Es una visita corta que no os llevará mucho tiempo, pero resulta muy agradable. Abajo podéis ver unas fotos en el puente, desde ambos lados, que es lo más representativo del pueblo.

Volviendo hacia el coche, bajamos al rio por un camino. Desde allí hay bonitas vistas del puente también. Las niñas se entretuvieron haciendo montañitas con los cantos rodados.

Después de esta breve parada, y de relajarnos un rato junto al rio Isábena, pusimos rumbo, esta vez sí, hasta Roda de Isábena, a sólo 7 km. De hecho, hay una ruta de senderismo por caminos desde Serraduy hasta Roda que no pintaba nada mal.

El pueblo está en lo alto de una colina, y el último km es de subida por la ladera hasta llegar al aparcamiento donde debemos dejar el coche. La entrada al pueblo se hace por un edificio que podéis ver abajo a la izquierda, donde hay un balcón desde el que hay buenas vistas de los alrededores. Desde el balcón, pasamos por un túnel y ya estamos en las callejuelas peatonales de este bello pueblo. A la entrada hay un cartel para recordarnos que estamos en uno de los pueblos más bonitos de España.

El objetivo es llegar a la bonita plaza mayor, y lo hacemos callejeando un poco por el pueblo, sin prisa, dejándonos llevar por nuestro instinto y explorando los rincones que nos llaman la atención. El pueblo es pequeño, así que antes o después, por mucho que intentemos postergarlo, acabaremos llegando a la plaza.

Y por fin llegamos a la plaza, donde nada más pasar por el arco que veis en la foto de arriba a la izquierda, nos encontramos en una preciosa plaza donde reina como una gran señora la catedral de Roda de Isábena, que podéis ver en la foto de arriba a la derecha, y las dos fotos de abajo.

Roda de Isábena tiene la particularidad de ser la población de España más pequeña con catedral propia. Eso es así, por que esta iglesia fue sede de un obispo durante 193 años, hasta la conquista de Lérida a los musulmanes en 1149 y el traslado del obispado a esa ciudad.

Además, es también una de las más antiguas de España. La primera iglesia fue edificada en el año 956, pero duró poco, ya que fue destruida en el año 1006 por Abd-al Malik, hijo de Almanzor, en sus correrías por la zona (también destruyó el monasterio que vimos antes, el de Obarra).

No pasó mucho tiempo hasta que se edificó la nueva, en estilo románico-lombardo, consagrada en el año 1030. Después ha tenido muchas modificaciones, y la fachada y torre que podemos ver desde el exterior, son barrocos del siglo XVIII.

Abajo a la izquierda, una panorámica general de la nave principal de la catedral. Se pueden ver en el centro tres arcos que permiten la entrada a la cripta, que por ser un terreno rocoso muy duro no se pudo excavar para que fuera subterránea. De este modo, el altar está sobreelevado, encima de dicha cripta.

Abajo a la derecha, una foto de dicha cripta, que es la parte más antigua de la catedral, del siglo XI.

La cripta del ábside Norte, conocida como Archivo y Sala del Tesoro, presenta pinturas murales románicas de finales del siglo XIII, como se puede ver abajo a la derecha.

Aquí abajo, detalles del sarcófago románico que está en la cripta de la catedral, donde reposan los restos de San Ramón, que fue obispo de Roda de Isábena. En su frente se reproducen temas de la infancia de Jesús: Anunciación, Visitación, Nacimiento de Jesús y Adoración de los Reyes.

Para información sobre precio, horarios e historia de la catedral, podéis visitar la web de la catedral de Roda de Isábena. La entrada general de adulto son 4 euros.

Y la última parte de la visita, y una de las más interesantes, es el claustro románico de mediados del siglo XII. En el centro del claustro hay un aljibe que se llena con el agua de lluvia, y que se puede extraer por un poco, como se ve en las fotos.

Si os fijais en las fotos, hay muchísimas inscripciones funerarias grabadas a cincel en el interior de las piedras que forman los arcos. El claustro de Roda es el más importante de Europa en cuanto al número de inscripciones funerarias se refiere, se han contado hasta 191.

Como curiosidad, hay un restaurante junto al claustro, en dependencias de la catedral. Es necesario reservar para comer aquí. Nosotros comimos en otro restaurante en la misma plaza que nos gustó mucho. Se puede ver en la foto de abajo a la derecha, junto a la puerta de salida del claustro. La puerta del restaurante se ve entre los arcos del claustro.

A las primas les gustó mucho la visita, especialmente hacerse fotos en esas piedras ya milenarias. A la salida, tocaba comer, y habíamos reservado en un restaurante muy chulo que hay en la misma plaza de la catedral (el mesón de Isábena), donde además tienen una terraza muy agradable para tomar algo.

Abajo, un par de fotos del sitio, y la mesa que nos tenían preparada. Este mesón funciona también como hotel con encanto, y podéis consultar precios y demás en la web de la posada de Isábena.

Después de una buena comida (comimos bastante bien aquí), dimos un paseo alrededor de la catedral, que hay algún mirador muy chulo hacia los alrededores. Y con las mismas, volvimos hacia el coche, recorriendo de nuevo sus callejuelas medievales hacia el aparcamiento.

Dijimos adiós a esta pequeña villa, que hace mil años ejerció de puesto de avanzada del naciente reino de Aragón, vigilando desde las alturas todo el valle del rio Isábena de las tropas musulmanas de la cercana taifa de Zaragoza.

Y emprendimos ruta a nuestro destino para esa tarde, que iba a ser un poco de senderismo otoñal. Volvimos a hacer la carretera que recorre el valle del rio Isábena, pasando por el monasterio de Obarra, y subiendo esta vez el puerto de Bonansa hasta llegar a la cima. Allí dejamos el coche, por que nos esperaba un mágico hayedo vestido de otoño. Podéis leer aquí el artículo del hayedo de la Borda de Ansuilo.


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