
Monasterio de Santes Creus
Fecha del viaje: Diciembre de 2024
Como parte de nuestro viaje por la provincia de Tarragona, ese día dejamos nuestro alojamiento junto al monasterio de Poblet y después de desayunar, pusimos rumbo al siguiente monasterio de la ruta del Císter que íbamos a visitar, el monasterio de Santes Creus, situado a sólo media hora de distancia.
Recomendaciones importantes
- No os perdáis la vista del monasterio que hay desde la carretera que va a Tarragona, es espectacular, como podéis ver al final del artículo.
- Junto a la entrada al recinto hay un restaurante con terraza que tiene buena pinta, aunque nosotros no entramos.
- Lo más espectacular de la visita, la plaza que empieza junto al arco de entrada, con la iglesia al final; y también, ya dentro de la iglesia, las tumbas de los reyes de Aragón.
Nuestro alojamiento, una antigua masía situada en el campo, junto a la carretera (Masía Sagués), estaba situado a apenas un par de km del monasterio de Poblet, que habíamos visitado el día anterior. De camino, hicimos una parada breve en el mirador que hay en la carretera que va a Vimbodí.
Nada más llegar a la altura del monasterio, se coge la carretera Tv-7002, que asciende en ligero desnivel. Enseguida hará una curva de 90 grados a la izquierda, y ahí tendremos el mirador. Apenas hay espacio para unos pocos coches, nosotros como fuimos temprano, no había nadie. Desde ahí tenéis una vista fabulosa del monasterio de Poblet y sus viñedos (en esta época sin hoja) como podéis ver en las fotos de abajo.
Una vez hechas las fotos, seguimos nuestro camino. Como decía, en apenas media hora estábamos en el núcleo urbano de Santes Creus. Nosotros dejamos el coche en la calle principal, más o menos a la altura de un parque infantil que queda a la izquierda. Ya se ve al fondo el monasterio, desde ahí tenemos un corto paseo de 6 o 7 minutos. Podéis acercaros más con el coche, pero igual no encontrais donde aparcar, al lado de la entrada al monasterio hay algunas plazas, pero pocas.
Junto al arco de entrada, donde ya hay una barrera que impide el paso a cualquiera que no sea residente, hay como decía una explanada con unas pocas plazas de aparcamiento y un restaurante con terraza que tenía buena pinta. Ya habíamos desayunado, así que no entramos.
Pasamos bajo el arco, sorteando la barrera por un lateral. Hay una vista amplia hacia la derecha, se ve toda la ladera boscosa de enfrente del barranco. Enseguida, un arco monumental a la izquierda, nos da paso a una maravillosa plaza, al fondo de la cual tenemos el monasterio.
Abajo podéis ver fotos de este arco y la plaza. Naturalmente, está totalmente prohibido el acceso a vehículos aquí excepto autorizados, así que se pueden sacar fotos fantásticas.
Abajo, dos fotos de la plaza, pero sacadas desde el otro extremo, desde el monasterio. Las casas que se ven a ambos lados de la plaza son antiguas dependencias monacales, del siglo XVIII. Desde este punto, hay que rodear un poco la estructura del monasterio para llegar hasta su entrada y la taquilla. Cuando fuimos nosotros, había muy poca gente. Con la entrada va incluída una audioguía.
En estas fotos de la iglesia se puede observar el gran ventanal gótico vidriado que se conserva casi completamente en su estado original. Tiene una altura de casi 9 metros por 1,8 de anchura.
La ruta del Císter en Cataluña son tres monasterios: el de Santa María de Poblet, el más monumental de todos, que ya vimos el día anterior; el de Santes Creus, que es el que estábamos visitando, y diría que el segundo más impresionante de la lista (y único que ya no tiene una comunidad de religiosos viviendo en él), y el de Vallbona de les Monges. Este último está ya en la provincia de Lleida y queda más apartado, así que no fuimos a visitarlo.
Hay una ruta circular, señalizada como GR-175, para hacer la ruta visitando los tres monasterios caminando. En total son 105 km, y se puede hacer en tres etapas (muy duro) o incluso en cinco (más suave, unos 20 km/día). Al ser circular, se puede empezar en cualquiera de los tres monasterios.
Podéis ver aquí información sobre horarios, precios e historia del lugar, en la web oficial de Santes Creus. Cuando estuvimos nosotros, no se podía acceder al claustro gótico (una pena, por que es espectacular) en Diciembre de 2024. Seguramente ya hayan terminado esas obras.
En las fotos de abajo, instalaciones del monasterio, algunas mejor conservadas y otra no tanto. Desde aquí se pasa a la iglesia y el claustro, que es sin duda la parte más espectacular de la visita (el claustro se veía entre los huecos que dejaban los andamios, y no se podía pasar).
Antes de entrar en la iglesia, pasamos a la sala capitular, que está junto al claustro. Este era lugar de reunión de los monjes, y donde se tomaban todo tipo de decisiones sobre el gobierno del monasterio y cualquier cuestión que le afectara. Se llama sala "capitular" por que cada mañana, aquí reunidos, se leía un capítulo de la regla de San Benito.
Podéis ver un banco corrido de piedra que recorre todo el perímetro de la sala, donde tomaban asiento los monjes. Como es habitual, en el suelo hay varias lápidas, pues este solía ser lugar de enterramiento de los abades. Abajo podéis ver un par de fotos de esta sala, de carácter marcadamente gótico.
Y por fin entramos en la iglesia, que tiene tanto elementos románicos (se empezó a construir en el año 1174, y las obras duraron hasta 1225) como góticos. Como es típico en la arquitectura de la orden del Císter, prescinde de todo tipo de adornos superfluos. Los pilares dan apariencia ciclópea por lo gruesos que son, sin ningún tipo de adorno o escultura.
Como se puede ver en la foto de abajo a la izquierda, se usa el arco de medio punto típicamente románico en las arquerías que separan la nave central de las laterales, y la bóveda de crucería típicamente gótica para cubrir la nave central.
En la foto de abajo a la derecha, sin duda lo más relevante de esta iglesia, las tumbas del rey Pedro III (en primer plano, justo detrás de Inés) y al fondo la de su hijo, el rey Jaime II.
En estas fotos de abajo, se pueden ver mejor las tumbas monumentales de los dos reyes. Este monasterio llegó a tener mucho poder e influencia, hasta el punto de que el rey Pedro III lo escogió como panteón real de la corona de Aragón. De esta manera, fueron inhumados aquí el propio Pedro III y después su hijo Jaime II, junto con su segunda mujer, Blanca de Nápoles. Después, el panteón fue trasladado al monasterio de Poblet por Pedro IV.
En la foto de abajo a la derecha se puede ver un primer plano del sepulcro del rey Pedro III, para el que se reutilizó una bañera o sarcófago de pórfido rojo, de origen romano. El origen de esa bañera podría estar en Sicilia, mandada enviar desde allí por su hijo Jaime II cuando era rey de Sicilia. En la catedral de Palermo ya hay algún caso de rey siciliano inhumado en una bañera romana similar.
También se piensa que podría ser el sarcófago del emperador romano Constante, que podría haber sido inhumado en el mausoleo de Centcelles, cerca de allí (Podéis leer aquí el artículo sobre el mausoleo de Centcelles). En 1835, durante las guerras Carlistas, las tumbas de estos reyes fueron saqueadas, excepto la de Pedro III. El sarcófago romano de pórfido era tan pesado, que no pudieron abrirlo y acceder a los restos del rey.
En la foto de arriba a la derecha, el dormitorio de los monjes, al que se accede por la escalera que se ve en la foto de arriba a la izquierda, frente a la tumba de Jaime II. Es una gran sala alargada, situada en la planta superior, sobre la sala capitular y otras dependencias. Su bóveda de cañón apuntado, con arcos fajones, es original del siglo XIII, y uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura cisterciense en Cataluña. Los monjes dormían en esta sala sobre rudimentarios colchones o jergones.
Abajo a la izquierda, uno de los fantásticos capiteles del claustro, de lo poco que se podía ver por los andamios y demás material de la obra de restauración. Una vez salimos de la iglesia, dimos por acabada la visita y volvimos al coche.
Si coges la carretera en dirección a Tarragona, pasarás por la ladera opuesta del barranco donde está el monasterio, y podrás disfrutar de una vista del monasterio como la que puedes ver en la foto de abajo a la derecha.
Desde aquí nos dirigimos hacia Tarragona (a media hora de distancia), donde queríamos comer, para ya dedicar toda la tarde a la visita de los restos romanos de la ciudad, y la catedral. Aquí podéis leer el artículo de nuestra visita al casco histórico de Tarragona.
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