
Koprivshtitsa
Fecha del viaje: Agosto de 2025
Ese día lo habíamos empezado en Plovdiv, donde habíamos pasado la noche, y también la mañana, visitando la ciudad. Después de comer pusimos rumbo a Starosel, a 50 km de distancia, donde hay algunas tumbas tracias muy interesantes. Podéis leer aquí el relato de la visita que hicimos a las tumbas tracias de Starosel. Una vez vistas, pusimos rumbo a Koprivshtitsa, uno de los pueblos históricos más bonitos de Bulgaria (el más bonito de los que vimos nosotros) donde llegamos a última hora de la tarde.
Recomendaciones importantes
- Recomiendo, sobre todo, pasar una noche aquí. Mucha gente viene de excursión unas horas, desde Sofia o desde Plovdiv, y en las horas centrales del día puede haber bastante gente. En cambio, a primera hora de la mañana, o última de la tarde, el pueblo está muy tranquilo y es entonces cuando os mostrará toda su belleza. Ni que decir tiene si dais un paseo por sus calles después de cenar, estaréis seguramente solos.
- Visitar alguna de las casas museo de estilo Renacimiento Nacional Búlgaro. Yo recomiendo especialmente la casa Oslekov.
Nuestro alojamiento, una antigua casa muy bien rehabilitada, estaba en pleno centro del pueblo, en una especie de plaza con sitio para aparcar, al lado de la plaza principal, donde está el mausoleo de Todor Kableshkov, uno de los héroes del levantamiento búlgaro contra los ocupantes otomanos.
Abajo podéis ver dos fotos del exterior de la casa, y otras dos de nuestra habitación, que era la habitación cuádruple de lujo. Una habitación realmente grande, muy bonita, que nos salió por sólo 84 euros la noche. Si quieres reservarlo, puedes hacerlo desde nuestro enlace para obtener el mejor precio posible, aquí. Si quieres mirar más alojamientos, en nuestra página de descuentos tienes acceso a nuestro enlace a Booking, y también descuentos en coches de alquiler, seguros, etc. Tu puedes conseguir un muy buen precio, y a nosotros nos ayuda mucho.
Un extra importante es que el dueño habla español bastante bien, y además es muy amable, así que os puede aconsejar y guiar en cualquier duda que tengáis. Lo único que en la casa no dan desayunos, pero eso no es problema por que al estar en pleno centro, tenéis alrededor unos cuantos sitios donde desayunar. Nosotros lo hicimos en uno que estaba a dos minutos andando, y desayunamos genial, como podréis leer más adelante. Dejamos el coche junto a la casa, en la misma plaza, y después de instalarnos, salimos a dar una vuelta, para aprovechar la luz del atardecer.
Desde nuestro alojamiento, fuimos a la plaza principal, que está al lado, y subimos por una de las calles empedradas que van hacia arriba, caminando un poco sin rumbo. Subiendo llegamos hasta la iglesia de la Dormición de la virgen, la más antigua e importante de Koprivshtitsa. Fue construída en 1817, en plena época del Renacimiento Nacional Búlgaro. En su patio hay también un osario donde se conmemora a los caídos en el Levantamiento de Abril de 1876. Podéis verla abajo a la izquierda. A la derecha, en una de las calles cercanas a la iglesia.
Abajo, junto a la casa del revolucionario Todor Kableshkov, uno de los mejores ejemplos del estilo Renacimiento Nacional Búlgaro, que visitaríamos por dentro al día siguiente. Koprivshtitsa es, después de Plovdiv, el mejor sitio de Bulgaria donde ver este tipo de casas de los siglos XVIII y XIX.
Continuando el paseo hacia abajo, buscando de nuevo el pequeño arroyo que divide el pueblo, paralelo a la carretera, llegamos a un parque donde había una especie de festival de música local. Tienen un instrumento muy similar a la gaita, pero que produce un sonido muy estridente. Nos sentamos un rato a escuchar la música, y luego continuamos el paseo.
Justo en ese parque, hay otra casa muy bonita, la escuela de los santos Cirilo y Metodio, del año 1837. Levantada en un momento en que la educación en lengua búlgara se convertía en símbolo de identidad nacional bajo el dominio otomano. Recibió el nombre de Cirilo y Metodio, los santos hermanos creadores del alfabeto glagolítico (precursor del cirílico). Abajo podéis ver fotos de esa casa.
Desde allí seguimos el paseo paralelos al riachuelo, hasta un parque infantil situado en su orilla, donde Inés estuvo un rato jugando en los columpios. Un sitio realmente tranquilo. Nos sentamos un rato en un banco, contemplando a los niños jugar mientras el atardecer avanzaba. Ya se estaba acercando la hora de la cena, y acabamos cenando en una taberna llamada "Lomeva" situada muy cerca de nuestra casa.
Se trata de una casona antigua convertida en restaurante, donde cenamos muy bien. Un sitio con mucho encanto en el que pagamos unos 38 euros en total. Y a dormir, que había sido un día muy largo y al día siguiente teníamos una agenda muy intensa, empezando por visitar un par de casas museo de este precioso pueblo.
Día 5
El día empezó igual que la mañana anterior en Plovdiv. Nos levantamos temprano, y sobre las 8:30 estábamos en la calle para dar un breve paseo de unos 20 minutos por algunas de las calles del centro histórico, antes de desayunar, para abrir el apetito. A esa hora hay una luz fantástica, y casi nadie en la calle. Abajo, en la plaza principal, al lado de nuestro alojamiento. Las tiendas de souvenirs aún están cerradas.
Y continuando por calles aledañas, en una especie de ruta circular sin rumbo fijo.
Volvimos a pasar por la escuela de los santos Cirilo y Metodio, y el parque aledaño, ahora con una luz distinta.
Y al lado, pasamos también junto al edificio del ayuntamiento, de estilo neoclásico y construído a principios del siglo XX, cuando Bulgaria era ya un estado independiente.
Acabamos desayunando (en el alojamiento no se podía) en un hotel con terraza muy cerca de nuestro alojamiento (abajo a la izquierda), frente al arroyo que parte el pueblo. En la foto de la derecha, uno de los muchos puentes modernos de granito que permiten cruzar dicho arroyo.
Y después de desayunar, vuelta al paseo por tan bonito y tranquilo pueblo. Ya os digo que de los pueblos monumentales que visitamos en este viaje por Bulgaria (Koprivshtitsa, Tryavna, Melnik y Lovech), éste fue el que más nos gustó.
Ahora nuestro objetivo era el puente kalachev, también llamado puente del primer disparo, debido a que el 20 de abril de 1876, en este puente sobre el río Topolnitsa, Todor Kableshkov y los revolucionarios locales dieron el primer disparo del levantamiento de Abril contra el Imperio otomano.
Fue la culminación de largas décadas de crecimiento del sentimiento nacional búlgaro. Lamentablemente, ese levantamiento no tuvo éxito. Fue aplastado por las autoridades otomanas a sangre y fuego, y gran parte de los revolucionarios fueron ejecutados. El propio Todor Kableshkov fue capturado poco después y también murió, sus restos y el de otros camaradas están en el mausoleo que hay en la plaza principal.
Pero el levantamiento sirvió para algo, y es que debido a las matanzas que desencadenaron los otomanos a raiz de estos sucesos, la opinión internacional se puso a su favor, y finalmente Rusia declaró la guerra al imperio, venciéndole y obligándole a conceder la independencia a Bulgaria dos años después. Abajo, un par de fotos en el puente, que fue construído a principios del siglo XIX y está en un entorno muy bonito, rodeado de casas renacentistas.
Abajo a la izquierda, una ilustración de cómo pudo ser ese momento del primer disparo en el puente, contra las fuerzas otomanas. La otra foto, caminando hacia la casa-museo donde nació y vivió Todor Kableshkov, que íbamos a visitar en ese momento.
Abajo, junto a la estatua del héroe de la revolución Todor Kableshkov. Su casa se puede ver en la foto de la izquierda, al final de la calle. Esa casa, que estábamos a punto de visitar, es una de las más espectaculares de Koprivshtitsa, ya que procedía de una familia adinerada. Este hombre, de una forma altruista y abnegada, o más bien inconsciente y temeraria, según se mire, renunció a una vida feliz y acomodada por comandar ese levantamiento, lo que le llevó a morir casi de forma inmediata, a los 25 años.
Y por fin, frente a la fachada de la casa de Todor Kableshkov, dentro del jardín. La casa por dentro no nos gustó tanto como las de Plovdiv, ya que en realidad esta casa es un museo sobre el movimiento revolucionario de Abril de 1876, con diversos objetos de esa época, pero sin el mobiliario original de la casa.
Abajo, caminando hacia la siguiente casa que íbamos a visitar, la casa Oslekov, situada en la parte baja de esa calle, junto a la plaza principal.
Esta casa me pareció más bonita que la anterior, tanto por fuera, como por dentro. Fue construida en 1857, y perteneció a Nayden Oslekov, un rico comerciante de telas y revolucionario que participó activamente en la preparación del Levantamiento de Abril de 1876. Tras el fracaso de la insurrección, Oslekov fue capturado por los otomanos y ejecutado en Plovdiv, convirtiéndose en mártir de la causa nacional. Aquí sí que hicimos más fotos del interior, además tuvimos la suerte de verla solos.
Y una vez vista esta casa, llegó el momento de emprender viaje. Ya teníamos las cosas metidas en el coche, así que simplemente teníamos que ir hasta él, y ponernos en marcha. Teníamos por delante un día muy intenso, primero en Kazanlak, para ver las tumbas del valle de los reyes tracios. Luego, el pueblo medieval de Tryavna, para después llegar a nuestro destino final, la antigua capital medieval de Bulgaria, Veliko Tarnovo. Podéis leer aquí el siguiente relato del viaje, sobre nuestra visita a las tumbas tracias de Kazanlak.
Volver a Inicio