
Tumbas tracias de Starosel
Fecha del viaje: Agosto de 2025
Ese día lo habíamos empezado en Plovdiv, donde habíamos pasado la noche, y también la mañana, visitando la ciudad. Después de comer pusimos rumbo a Starosel, a 50 km de distancia, donde hay algunas tumbas tracias muy interesantes. Podéis leer aquí el relato de nuestra estancia en Plovdiv.
Recomendaciones importantes
- Este lugar está a medio camino entre dos pesos pesados de Bulgaria, como son Plovdiv y Koprivshtitsa. Lo mejor es aprovechar el traslado de uno a otro para dedicarle a Starosel un par de horas. Con eso es suficiente, ya que son sitios pequeños que se ven rápido.
- El "túmulo de la rana" no viene en ninguna guía, y no deja de tener interés, a pesar de no ser tan espectacular como el de Chetinyova Mogila. El paseo hasta allí, además, es muy agradable.
En llegar a Starosel tardamos como una hora. Hay que pasar el pueblo de largo, que es pequeño, y después de un km y medio aproximadamente, llegaremos al primer recinto arqueológico tracio, el templo Horizont. Está en mitad del campo, aunque bien señalizado.
Hay un pequeño aparcamiento junto a la carretera. Tiene pinta que es un sitio poco visitado, cuando fuimos nosotros, no había nadie. Por cierto, poco antes de llegar pasaréis al lado de un resort de lujo llamado Starosel Wine & Spa complex. Os llamará la atención por lo grande que es y lo lujoso que parece. Seguro que es un fantástico sitio donde pasar una noche.
Una vez aparcados, veréis una puerta como la que aparece en la foto de abajo a la izquierda. No tenéis más que pasar, estáis en vuestra casa. Seguís el camino y llegaréis a una segunda puerta, como la que aparece en la foto de abajo a la derecha. Abridla y pasar, ya estáis casi junto al templo. Este sitio es gratuito, y no solo eso, es que no hay nadie allí para controlar la entrada (o no lo había cuando fuimos nosotros, al menos).
Abajo a la izquierda podéis ver ya la caseta de madera dentro de la cual está el templo. La puerta está abierta, según la traspasáis, ya estáis junto al pequeño templo, como podéis ver en las siguientes fotos.
Construído en el siglo V o VI a.C., posiblemente en su día fue la tumba de algún noble tracio. Se ha conservado muy bien. En algún momento del pasado debió derrumbarse, y los diversos restos de piedra acabaron enterrados bajo escombros y tierra, sin ser saqueados. El techo original era de madera, y lógicamente no se ha conservado. Una vez desenterrado, ha podido ser reconstruído con las piezas originales de forma bastante fiel a como estuvo en su día.
Arriba a la izquierda, una foto de cuando el templo fue desenterrado y reconstruído en el año 2002. Esta foto la vimos en nuestro siguiente destino, el túmulo de Chetinyova Mogila, situado a sólo 2 km del templo que acabábamos de ver. Cogimos el coche, siguiendo la carretera que venía desde Starosel, y en dos minutos llegamos al túmulo.
Nada más llegar verás una explanada donde se puede aparcar, y un kiosko donde venden bebidas y recuerdos variados. Fuimos a por un par de botellas de agua, y al final compramos también una geoda chulísima de fluorita violeta, por sólo 9 euros al cambio. La propia mujer que llevaba el kiosko nos dijo que para la tumba podíamos seguir subiendo con el coche en vez de dejarlo allí.
Y así lo hicimos, por que hacía calor y la pista que llevaba hasta el túmulo, aunque tendría solo del orden de 500 metros, era de subida. Al llegar arriba, vimos que se puede aparcar sin problema. Además, es que no hay prácticamente nadie. Aquí coincidimos con un grupo de 4 personas que salían cuando llegamos nosotros. Las entradas se sacan en una especie de caseta, y son muy baratas, cuatro levas por adulto (unos dos euros).
Con los tickets en la mano, nos encaminamos a la escalera de subida a la tumba. La entrada, como podéis ver en las fotos de abajo, da la impresión como si la tumba acabase de ser descubierta y los arqueólogos estuvieran aún desenterrándola, parece como muy improvisado.
Subiendo la escalinata que veis en las fotos superiores, se llega a una especie de vestíbulo, donde está la entrada a un pasillo que lleva a la cámara principal circular. Abajo a la izquierda podéis ver un esquema, y las otras fotos tanto de abajo como arriba son de ese vestíbulo previo.
Este túmulo fue descubierto en el año 2000, y corresponde a los siglos V o VI a.C. Cuando se excavó, el túmulo ya estaba profundamente alterado por saqueadores de la Antigüedad. No se encontraron por tanto tesoros (oro, armas...) pero la estructura estaba prácticamente intacta. Es el mayor templo tracio descubierto hasta ahora en Bulgaria.
Una vez que se cruza la entrada que hay en el vestículo, a la que le falta el dintel, se accede a un pasillo o corredor que da acceso a la cámara principal. Abajo podéis ver fotos de ese pasillo. Como podéis comprobar, estábamos completamente solos en este fantástico lugar. Aún es posible viajar a sitios muy interesantes sin tener que sufrir aglomeraciones.
Y por fín, la gran cámara principal, decorada con columnas, y que aún conserva incluso algo de la pigmentación original, en el friso que hay encima de las columnas.
En la falsa cúpula se puede ver como algunos sillares que debían de estar en muy mal estado, han sido cambiados por otros nuevos de color blanco, para que se vea bien la diferencia entre lo original y lo nuevo.
Desde aquí cogimos el coche de nuevo para ir al destino final del día, el pueblo histórico de Koprivshtitsa, a sólo 50 km de allí. A medio camino, cerca de Strelcha, paramos en otra tumba tracia, el llamado túmulo de la rana. Esta tumba no viene en ninguna guía que yo haya leído. En Starosel se mencionan sólo los dos lugares que hemos descrito aquí, y nada más.
Hay un pequeño aparcamiento junto a la carretera (de nuevo, no había nadie) y desde allí sale un camino de unos 400 metros hasta el túmulo. Es un agradable paseo en el que hay que cruzar la via del tren, y pasar junto a unas zarzas llenas de moras (si vais en Agosto o principios de Septiembre).
Y después de ese paseo, allí estamos, frente a la entrada a ese túmulo de 20 metros de altura y totalmente cubierto de vegetación. Dentro, a la sombra, está el encargado, que parece como si llevase allí todo el día esperando nuestra visita. No habla ni una sola palabra en inglés. Pagamos la entrada, que es igual que en el anterior, y entramos a la cámara principal.
Tiene una estructura similar al anterior túmulo, pero es más pequeño y menos espectacular, desde luego. La sala circular principal, la falsa bóveda y la antesala están hechos con grandes bloques de granito bien tallados. Fue descubierto en 1976. Una vez visto el de Chetinyova Mogila, que era la leche, éste te deja un poco frio, a no ser que seas un friki de la arqueología, como yo.
Una vez vista la tumba, dimos el mismo paseo de vuelta, disfrutando de ese entorno tan rural y tranquilo. La verdad es que visitando estos lugares antiguos, perdidos en mitad de la nada, y totalmente solos, uno no puede evitar sentirse un poco Indiana Jones. De hecho, el guarda de esta última tumba, parecía como el caballero templario encargado de guardar el santo grial por toda la eternidad en la película de "Indiana Jones y la última cruzada". Llevaba siglos allí, esperando nuestra visita.
Desde aquí, nos quedaba poco más de media hora para llegar a nuestro destino final, Koprivshtitsa. Aquí podéis leer el relato de nuestra estancia en este bonito pueblo histórico.
Volver a Inicio